19 de diciembre de 2012


Cuando intentas decir algo, y no sale, cuando buscas palabras para explicar lo que sientes, y no sale, cuando te paras de verdad a observar lo que tienes adentro y lo quieres interpretar, y no sale...

Déjalo, olvídate de ello, no lo intentes.

Porque jamás habrán palabras que puedan sustituir un solo latido.
És entonces cuando te quedas, Inefable.

Queda demostrado.

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