29 de octubre de 2012

Entrada nr. 300

No me importa estar despierta de madrugada, escribiendo algo que también quedará en el pasado. Y digo "también" porque todo lo que tuve, ahora ya no está. Y yo debo continuar, pero sin mi día a día. Sin lo de siempre.

Es hora de cambiar. Por parte de los dos, recapacitar. Reflexionar. Es hora de aprender de nuestros errores... que no fueron pocos ni pequeños.

No me importa, de nuevo, escribir en este estado. ¿Qué estado? Pues este, como él decía, que últimamente escribo solo cuando estoy triste. Pues ahí le doy la razón. Es mucho más fácil explicar cómo se siente uno cuando está mal que cuando está bien. Además yo conozco más palabras tristes que alegres, pero también es verdad que si estoy feliz, me gusta más demostrarlo que explicarlo.

Aquí me encuentro de nuevo, como cada vez que mi vida se partía en dos. Hoy puedo decir que será la última vez y que así me quedaré... porque el amor es una mierda, síp. Al final siempre acaba igual. Es decir, fatal. Siempre hay una separación por cualquier cosa. Siempre la tia llora por el tío o, muy pocas veces, al contrario. Esta vez no sé como será porque de momento ni yo sé cómo me lo he tomado. Hoy lo estaba pensando... y es que por mucho que, obviamente, todavía le quiera, no es suficiente como para llegar en pensar en..."volver". No... no porque no sienta lo mismo. No, no es porque le odie. No, no es por él, es por mí, porque mis sentimientos flotan y rebotan con todo y contra todo y están de lo más rebeldes, indiferentes...

Y por este motivo no me hacen quererle de vuelta a mi lado... Porque saben que estaran de nuevo en paz, pero por poco tiempo. Ya sabemos que más bajo no podemos caer, y que no nos puede pasar nada peor. Humillarnos, ofendernos e insultarnos. Increíble entre dos personas que se aman, ¿no es así? ¿dónde quedó el respeto? ¿dónde quedaron las promesas de que todo iba a ir bien? ¿por qué cambiamos? ¿por qué nos hicimos tanto daño? ¿por qué fuimos tan estúpidos de no saber cuidar algo tan frágil, tan nuestro, tan grande..como era nuestro amor? ¿por qué nos hemos empeñado en coger uno a uno todos nuestros sueños y tirarlos por un barranco? ¿por qué nos conseguimos mentir, odiar, enrabiar, y hacer llorar el uno al otro si lo más fuerte que nos unía eran nuestros sonoros latidos? Cada caricia era una promesa. Cada lágrima un abrazo. Cada beso, una y otra vida más a tu lado. Cada mirada, un sueño más por cumplir. Aun así, yo te esperaré. Te esperaré hasta que por dentro seas alguien nuevo, pero el mismo. Te esperaré las vidas que me queden. Te esperaré sin pensarlo dos veces. Porque tú a mi me hiciste muy feliz. Porque me enseñaste a aprender a amar desde el primer momento en que te vi, hasta el último, a pesar de todo. Y lo conseguí, aprobé todos los exámenes de la asignatura del amor contigo. Hasta que tú, como profe, dejaste tu profesión, y yo, como alumna, empecé a suspender. Y ahora los dos comenzamos a dedicarnos a otra cosa. Ahora los dos tendremos nuestra media vida por delante..

No hay comentarios: