Sí señores, es difícil saber que te has dado cuenta de que tu sonrisa depende de la sonrisa de los demás. De que, cuanto más quieres a una persona, el "destino" y "la vida" y "terceras personas", más lo alejan de ti. Te despiertas por la mañana y piensas: es hoy. El maldito día que tanto deseaste que no llegara. El día de la despedida. Un día gris oscuro, ceniza, cubierto de lágrimas y un amargo "hasta pronto".
A todos nos pasan cosas inevitables. Pero él podía evitar irse. Aunque hubieran personas muy cercanas a mí, por no decir de mi família, que no quisieran verlo ni en pintura. Pero yo lo quiero ver!, siempre, en el momento menos oportuno o el más oportuno, en el lugar más lejano o más cercano a mi casa, de la forma más rara, incómoda, o de la mejor forma. Y quiero que me vea, y que me mire y que me sonría. Su sonrisa...lo que daría por una sonrisa suya ahora... Pero quiero verlo y que me vea. Da igual si me acabo de levantar, si tengo pelos de loca, si mi boca reclama sus besos, si mi cuerpo pide a gritos sus manos... Si mis ojos tristes esperan volver a ver su sonrisa. Da igual el tiempo, da igual la distancia, da igual lo correcto y lo incorrecto, da igual lo que debemos hacer, lo que no debemos, lo que deberíamos...y lo que no... Da igual. Todo da igual. Da igual si es él o soy yo, da igual si somos los dos. Ahora da igual todo... Él ya no está. Ya se fue. Se marchó lejos de aquí y de mí.
Toca esperar...y no mirar atrás.
Toca esperar...y no mirar atrás.
Pero..
Sé que en un futuro regresará..
No hay comentarios:
Publicar un comentario