2 de mayo de 2011

Se fue con el Sol en su maleta...

Hoy me levanté sabiendo lo que me esperaba durante el día. Me desperté sabiendo que te irías. Después de haber soñado toda la noche contigo... Tuve el valor de abrir los ojos e intentar ser fuerte una vez más. No derramar más lágrimas. No sentirme mal. No hacerte sentir mal...

Sí señores, es difícil saber que te has dado cuenta de que tu sonrisa depende de la sonrisa de los demás. De que, cuanto más quieres a una persona, el "destino" y "la vida" y "terceras personas", más lo alejan de ti. Te despiertas por la mañana y piensas: es hoy. El maldito día que tanto deseaste que no llegara. El día de la despedida. Un día gris oscuro, ceniza, cubierto de lágrimas y un amargo "hasta pronto".
A todos nos pasan cosas inevitables. Pero él podía evitar irse. Aunque hubieran personas muy cercanas a mí, por no decir de mi família, que no quisieran verlo ni en pintura. Pero yo lo quiero ver!, siempre, en el momento menos oportuno o el más oportuno, en el lugar más lejano o más cercano a mi casa, de la forma más rara, incómoda, o de la mejor forma. Y quiero que me vea, y que me mire y que me sonría. Su sonrisa...lo que daría por una sonrisa suya ahora... Pero quiero verlo y que me vea. Da igual si me acabo de levantar, si tengo pelos de loca, si mi boca reclama sus besos, si mi cuerpo pide a gritos sus manos... Si mis ojos tristes esperan volver a ver su sonrisa. Da igual el tiempo, da igual la distancia, da igual lo correcto y lo incorrecto, da igual lo que debemos hacer, lo que no debemos, lo que deberíamos...y lo que no... Da igual. Todo da igual. Da igual si es él o soy yo, da igual si somos los dos. Ahora da igual todo... Él ya no está. Ya se fue. Se marchó lejos de aquí y de mí.
Toca esperar...y no mirar atrás.
Pero..
Sé que en un futuro regresará..

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