4 de julio de 2012

Especialmente especial

Hoy me atrevo a decir, a gritar, si hace falta, que nunca antes había estado tan enamorada. Es indescriptible ese sentimiento. Inefable. Es como si algo dentro de mi pecho no parara de saltar y saltar y quisiera salir a explicar de alguna forma lo que siento. Ganas de reír todo el tiempo. Ganas de llorar de felicidad. Reír y llorar a la vez, se puede, ¿no?. ¿Será que su mirada es la culpable de mis emociones? Su forma de clavar sus ojos en los míos, de mirarme de arriba abajo y de abajo arriba como si mi cuerpo fuera la estatua más bonita del mundo, de hacer que me observa y que no pierde ningún detalle de mis gestos. Y es que encima, me ... Pero no, creo que la culpa es de sus labios, ¡sí!, esos labios como almohadas... en los que se funden los míos... Siempre apetecibles, siempre suaves y cálidos. Besos de mil sabores y todos me encantan... Pero tampoco, va a ser que la culpa es de sus brazos, sí, porque ningunos se adaptan tan bien a mi figura. Encaje perfecto, como un puzzle de dos piezas: su cuerpo y el  mío. Es increíble... pero me hace sentir tan única, me hace olvidarme hasta de la ropa que llevo puesta. No hay ninguno como él, más que confirmado.

No hay comentarios: